under
Red Hot Chili Peppers , Under the bridge, 1997

No era cualquier puente de Bogotá,
el puente volviendo del jardín,
el puente volviendo de la Universidad Nacional,
el puente de los primeros «robos a mano armada»,
el puente en el que te enterabas qué era un robo a mano armada,
el punte con la caseta pintada con los colores de la bandera de La Capital,
el puente con el señor de la caseta fiándome pirulitos, chocolatinas jet, nucitas, chocorramos y otras golosinas a los 5 años. Cigarrillos Mustang a los 19.
el puente de los hinchas bienvenidos de mi Millonarios del alma,
el puente que me devolvía de las peores curdas a la cama de mi hermano
el puente que me mostraba el vidrio roto del departamento de mi hermano,
(el puente, la cortina abierta, hay gente, un hogar después del puente)
El puente de la 53. No podría narrarles la ausencia que me genera ese puente. De golpe me veo acurrucada contando los carros, fumando un pucho y esperando ver en el horizonte a mi hermano parado en el ventanal saludándome con la manito arriba. Su sonrisa honesta brillando a través de las grietas..
El puente de la 53 se abre paso entre los recuerdos, va subiendo desde el vientre y sigue, abierto el pecho de par en par. Se tiende en un recuerdo para verles venir caminando sonrientes por la avenida a estrecharme en un abrazo.
¡Ay las nostalgias bogotanas!